Serie de 3 post sobre Economía Circular escritos por Loreto Contreras Romero, experta en ingeniería de procesos y quien está haciendo sus prácticas del Máster en Gestión del Desarrollo Sostenible de la Universidad de Vigo en Cuatrotercios.
En entradas anteriores hemos visto como la Economía Lineal, base de nuestro desarrollo socioeconómico durante décadas ha sido muy perjudicial para el medioambiente, y cómo la Economía Circular puede ser una solución. En este artículo planteamos los ciclos de nutrientes con los cuales la Economía Circular intenta dar solución a las problemáticas de la Economía Lineal.
Una de las herramientas más reconocidas, utilizada por la Economía Circular es el esquema denominado “Diagrama Mariposa”, el cual permite identificar oportunidades de circularidad en un sistema o en una empresa. Se divide en dos ciclos, el de nutrientes técnicos (derecha) y el de nutrientes biológicos (izquierda).
Ciclo de nutrientes técnicos
El ciclo de nutrientes técnicos se refiere a nutrientes que no son biodegradables y que la naturaleza no puede renovar, por ejemplo, los metales y los plásticos. El objetivo del ciclo técnico es que los productos, sus elementos y materiales, se sigan utilizando el mayor tiempo posible y maximicen de su valor. Para cumplir dicho objetivo utiliza estrategias como el mantenimiento, la reparación, la reutilización, la renovación, la refabricación, y por último el reciclaje.
Imaginemos un ordenador portátil. Para mantener el producto funcionando el mayor tiempo posible, haremos un mantenimiento adecuado. En caso de fallo, lo llevaremos a reparar, y lo volveremos a utilizar hasta que el portátil ya no responda a nuestros requerimientos. En ese momento, se podrá renovar y podrán utilizar el mismo notebook cambiando o incorporando algunas piezas nuevas, de manera que podrá volver a utilizarse (por mí o por otra persona). Finalmente, ya terminada su vida útil el notebook será desarmado y se utilizarán sus piezas o algunas de ellas para la fabricación de un nuevo producto (refabricación).
El reciclaje
¿Cuál es la diferencia entre la refabricación y el reciclaje? El reciclaje es el último eslabón del ciclo mariposa y está después de la refabricación. El reciclaje ocurre cuando el producto o sus partes, terminada su vida útil, vuelven a entrar como materia prima a un proceso productivo para obtener un nuevo producto, requiriendo uso de energía, agua, y mano de obra.
El reciclaje en el ciclo mariposa corresponde a lo no deseable, a un punto al que no queremos llegar (o que deberíamos retrasar todo lo posible), debido a que su realización es compleja y requiere de muchos factores para que realmente se lleve a cabo: en primer lugar, requiere hacer una buena separación en origen. Después, que la logística de recogida sea óptima, que los materiales separados y recogidos sean para el productor económicamente atractivos, que los materiales reciclados, una vez reprocesados, tengan características químicas y mecánicas óptimas para fabricar el mismo producto u otro.
Cuando el nuevo producto a fabricar con material reciclado es de calidad superior al original, se habla de “upcycling” o “suprareciclaje” y, que cuando se fabrica un producto de inferior calidad, se espera reducir los consumos de energía, agua o mano de obra en comparación a los consumos requeridos por el producto original.
Ciclo de nutrientes biológicos
En el ciclo biológico se encuentra todo aquello de origen biológico que la naturaleza puede digerir y renovar, por ejemplo, la madera, la lana y los alimentos, entre otros. El objetivo de este ciclo consiste en la restauración de nutrientes en la biosfera mientras se regenere el capital natural. Las estrategias que utiliza este ciclo son: sistemas de cascadas, extracción bioquímica, compostaje y digestión anaeróbica, permitiendo, entre otras cosas, disminuir la necesidad de materias primas u obtener energía.
Por ejemplo, el compostaje es un proceso muy interesante que podría realizarse con el material orgánico que eliminamos diariamente en nuestros hogares, el cual después de ser tratado en condiciones aeróbicas, es decir, en presencia de oxígeno, puede ser utilizado como abono en la agricultura, ayudando a reducir el consumo de fertilizantes sintéticos – lo que permite una reducción significativa de costos y del impacto medioambiental de la producción de cultivos de la tierra.
La digestión anaeróbica, por su parte, también es un proceso importante en cuanto a permitir la circularidad de los nutrientes. Por ejemplo, es posible tratar los excrementos de la crianza de animales en granjas industriales, obteniendo biogás como energía renovable o abono orgánico para uso en agricultura.