La nueva Directiva sobre Información Corporativa en Materia de Sostenibilidad (CSRD) trae un requerimiento sustancial que está llamado a transformar la manera en la que las empresas identifican y abordan sus temas de sostenibilidad: el análisis de doble materialidad.
Hasta la fecha, el concepto de “materialidad” se ha venido utilizando con matices diferentes dependiendo del ámbito en el que se utilizara: desde la perspectiva de la contabilidad se definía por omisión: “algo es material si su omisión o inexactitud puede influir en las decisiones económicas de sus usuarios con base en los estados financieros”. Desde la perspectiva de la sostenibilidad se refería a “los aspectos de la empresa con repercusiones reales o potenciales, positivos o negativos, sobre las personas o el medioambiente”.
Bajo la nueva definición de la Directiva Europea ambas perspectivas se entrelazan. Por una parte, se considera que una empresa debe analizar sus impactos de dentro hacia fuera, materialidad de impacto, y por la otra debe analizar los riesgos y oportunidades relacionados con los temas de sostenibilidad que el contexto genera a la organización, de fuera hacia dentro, materialidad financiera.
El fin último del análisis de doble materialidad es que la organización sea capaz de identificar sus Impactos, Riesgos, y Oportunidades (IROs) para abordar de manera (decidida) la gestión de estos.
La lógica subyacente, si lo llevamos a una metáfora, es el efecto boomerang. Todo lo que cada empresa impacta hacia fuera, modela un contexto que, de manera agregada, y con mayor o menor desfase temporal, genera riesgos y oportunidades que podrían afectar a cada empresa.
Pincha en la imagen para ver el efecto boomerang
En las ESRS (NEIS, Normas Europeas de Información de Sostenibilidad) se define:
- Materialidad desde la perspectiva de impacto (dentro – fuera): “Cuando se refiere a las repercusiones materiales de la empresa, reales o potenciales, positivas o negativas sobre las personas o el medio ambiente a corto, medio y largo plazo. Los impactos incluyen los relacionados con las propias operaciones de la empresa y cadena de valor ascendente y descendente de la empresa, incluso a través de sus productos y servicios, así como como a través de sus relaciones comerciales.”
- Materialidad desde la perspectiva financiera (fuera – dentro): “Si desencadena o puede esperarse razonablemente que desencadene efectos financieros materiales en la empresa. Este es el caso cuando un asunto de sostenibilidad genera o puede generar riesgos u oportunidades que tienen una influencia material, o podría esperarse razonablemente que la tuviera en el desarrollo, la situación financiera, los resultados financieros, los flujos de tesorería, el acceso a la financiación o el coste del capital de la empresa a corto, medio o largo plazo.”
Doble Materialidad en la práctica
Alcance e Identificación de Grupos de Interés
- Para abordar el análisis, lo primero es identificar los distintos eslabones de la cadena de valor de la organización, y los grupos de interés que se relacionan en cada uno de ellos. No será posible identificar impactos, riesgos, y oportunidades si no sabemos dónde mirar ni los posibles actores involucrados.
Identificación de aspectos materiales
- Es recomendable empezar la identificación de dentro hacia fuera (perspectiva de impacto), pues en muchos casos, los impactos generados por la empresa pueden derivar en riesgos u oportunidades (perspectiva financiera). Por ejemplo, malas condiciones laborales sobre la plantilla (impacto sobre personas) pueden devenir en una mayor tasa de rotación (riesgo para el negocio).
- El análisis de fuera hacia dentro se tiene que completar identificando la dependencia de disponibilidad de recursos naturales y humanos.
- Apoyarse en otros estándares, o prácticas ya instauradas en la organización facilita el proceso:
- Materialidad de impacto: GRI.
- Materialidad financiera: SASB (IFRS), sistema gestión riesgos.
Determinar los aspectos materiales y sintetizarlos
- Cada empresa debe decidir los criterios y umbrales bajo los que valorará los potenciales aspectos materiales identificados previamente. Se trata de establecer un sistema que permita priorizar unos sobre otros.
- Es conveniente agrupar los resultados en temas y subtemas en un proceso de abajo a arriba: la ESRS 1 (en el AR16) dispone de un listado que nos pueden ayudar a significar los resultados.
Involucración de los grupos de interés y modelo de negocio
- Durante el análisis hay que tener muy presente la lógica del modelo de negocio de la empresa. Cómo genera valor y qué grupos de interés son clave.
- Hay que ser capaces de desarrollar una visión no solo retrospectiva, sino fundamentalmente prospectiva, identificando los riegos y oportunidades a futuro de nuestro modelo de negocio y del contexto.
- Es necesario involucrar en el proceso a grupos de interés internos y externos y llevar a cabo un proceso de diálogo en el que recoger sus diferentes visiones, participando en la valoración de la gravedad, probabilidad, magnitud, esto es, en la valoración de la importancia de cada asunto.
Divulgación del proceso
- En la CSRD (y por tanto en su aplicación conforme a las ESRS) el proceso importa mucho. Y hay que divulgarlo. Se deberán especificar la lógica aplicada, los criterios, umbrales, etc. considerados, y que justifican porqué unos temas son materiales y otros no. El fin último de la CSRD es que la empresa gestione sus Impactos, Riesgos, y Oportunidades (IROs).
Recursos adicionales
- ESRS 1 en su apartado 3 establece las bases de la doble materialidad como fundamento de la información de sostenibilidad.
- ESRS 2, requiere en SBM-3 explicar el resultado del análisis de doble materialidad, y en IRO-1 e IRO-2 la divulgación del proceso. Tener claro desde el principio lo que se necesitará comunicar es importante antes de comenzar el proceso.
- Guía práctica de aplicación de EFRAG
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